Os pido perdón por una nueva ausencia. Pero es que, nuevamente, en casa acabamos de sufrir un nuevo percance.
Afortunadamente, al final, no ha sido tan tremendo como podría parecer en un principio. Y, gracias a Diós, todo ha quedado en un susto y una futura anécdota para contar a los nietos.
Pero sí que, en esta nueva ocasión, este asunto me ha hecho reflexionar.
Este año 2009, no ha sido especialmente bueno para mí. Demasiadas visitas al hospital, demasiados conocidos entre médicos, enfermeros y demás trabajadores de la red sanitaria. Pero estoy seguro que entre los que me leéis, todos, en mayor o menor medida, hemos sufrido algún golpe o algún revés que nos ha tumbado en algunos momentos de nuestra vida.
Pero como diría Rocky Balboa: No se te mide por las veces que te tumben, sino por las veces que eres capaz de levantarte y mantenerte en pie. Permitidme esta mención a uno de mis personajes de cine favoritos.
Así que, nuevamente, estoy en pie. Como seguro que vosotros os habéis levantado en diversas ocasiones. Y, trato de quedarme con aquéllos hermosos momentos que también he vivido este año y que, injustamente, quedan eclipsados por los malos momentos.
Y también me quedo con aquello tan recurrente, pero tan súmamente útil de, "podría haber sido peor". Por lo que, en el fondo, uno se siente afortunado.
Sé que el 1 de enero será un día como otro, pero, inconscientemente, tenemos la tendencia a hacer borrón y cuenta nueva ante la llegada de un nuevo año. Por lo que no voy a ser menos y también me sumo a ello, esperando que el año 2010 sea mejor.
Yo digo que la vida es como la paleta de un pintor: Si prestas demasiada atención a los colores oscuros, el cuadro te quedará triste. Pero si escoges los colores vivos, el cuadro te quedará alegre y transmitirá vida.
En fin, que os deseo a todos un muy feliz 2010.
MANOLO