viernes, 20 de marzo de 2009

EL CÓDIGO DA VINCI, la película.

Por regla general, las adaptaciones cinematográficas de novelas, suelen decepcionar a sus lectores, a los que normalmente suelen gustar más el libro que la película.

Pero en el caso de esta película, al menos para mí, ocurre al revés. Me quedo con la versión cinematográfica.

Y es que en la película, al no recrearse tanto como en la novela, se disimulan mejor toda esa sarta de mentiras y de pifias históricas que plagan este relato. Son tantas y tan variadas, que es difícil discernir cuáles son errores y cuales, mentiras.

En cuanto al film, diré que me parece bastante correcto. El ritmo está bien marcado, tiene su intriga y sus dosis de emoción.

Los personajes, para mi gusto, están bien escogidos, aunque algunos, especialmente las mujeres, no están muy de acuerdo con la elección de Tom Hanks como el Doctor en Simbología (¿Alguien sabe dónde se estudia eso?), Robert Langdon.

Es una película bastante entretenida. Pero, acepta mi consejo, y a las referencias históricas, ni caso.

MANOLO

martes, 17 de marzo de 2009

EDITORIAL BRUGUERA, FÁBRICA DE HUMOR







Recuerdo, como si fuese ayer mismo, aquellas mañanas de domingo, en las que acompañaba a mi padre en su paseo dominical. Después de un itinerario prácticamente idéntico, y tras haber dado de comer a los peces del estanque, el pan que celosamente había guardado la noche anterior, entrábamos en el quiosco.

Mi padre compraba el periódico, una revista de actualidad, como se llamaban entonces, y para mí un tebeo. Pero a mí me tocaba la tarea más difícil: Escoger.

En aquel entonces, la Editorial Bruguera estaba en lo más alto. Y ante mí tenía que escoger entre varias publicaciones. No era nada fácil, pues si una era chula, la otra también.

Y es que, para mi modo de ver, jamás ha habido, en España, tanta variedad de creadores. Nunca ha habido semejante despliegue de talento, de imaginación, de buen gusto, de creatividad.

Muchos chavales de hoy conocen a Mortadelo y Filemón, por el cine, pero pocos han leído sus magistrales historietas.

Pero me da mucha pena que se pierdan personajes como Anacleto, el agente secreto. O Sir Tim O’Theo, Carpanta, las Hermanas Gilda, y un largo etcétera.
La variedad de dibujantes y, a su vez, de personajes, era tan grande, que tener que escoger entre tantos era arduo difícil.

Afortunadamente han sobrevivido un escaso puñado de todos esos personajes, como Zipi y Zape, los ya mencionados Mortadelo y Filemón.

Pero es que, entre tanta risa, había también sitio para el Capitán Trueno o el Corsario de Hierro.

Es muy triste que nuestros hijos se pierdan todo eso. Que queden en el olvido tantos dibujantes: Escobar, Peñarroya, Conti, Jorge, Cifré, Nené Estivill, Segura, Raf, Nadal, etc. La lista podría ser interminable.

Es una pena que mientras en USA nos deleitan con Conan, Spiderman o los X-men, por ejemplo, en el cine. Tengamos en España un héroe como el Capitán Trueno y que no tenga su sitio en la gran pantalla.

Pero en este país somos así. Nunca hemos sabido valorar lo que tenemos. Es bueno adoptar lo que nos llega de fuera, claro que sí, pero también en el resto del mundo tienen derecho a disfrutar de lo bueno que se hace aquí.

MANOLO