sábado, 7 de marzo de 2009

Publicar un comentario

Hola, amigos.

Parece ser que habia un problema a la hora de poder publicar un comentario.

Tan solo deciros que ya está resuelto. Así que ya podéis escribirme cuando querais.

Manolo

viernes, 6 de marzo de 2009

TARZAN, DE LOS MONOS.



En un blog dedicado, mayormente al cómic y al cine, es obligado rendirle tributo al personaje de ficción más prolífico y mundialmente famoso de todos los tiempos: TARZAN.

Su creador: Edgar Rice Burroughs,, escritor de ciencia ficción y aventuras, no se si llegaría a imaginarse entonces que iba a crear uno de los más grandes mitos de la historia.

Novela, cine, televisión, dibujos animados, cómic. No se si incluso ha sido difundido por radio.

Ningún otro personaje ha podido superar aun el record de Tarzan. Ni siquiera James Bond, Superman, o el Conde Drácula.

La increíble cantidad de actores que han interpretado al Rey de los monos es aplastante. Pero yo, como he dicho otras veces, soy un nostálgico, y me quedo con el único, el inimitable Johnny Weissmüller.

Veréis amigos. Yo tenía un cine, muy cerca de mi casa, de esos que siempre ponían películas “aptas”.Cosa absurda, porque en esa época todas las películas lo eran, por la censura. Y cuando en la cartelera veía anunciada una película de Tarzán, yo contaba los días, las horas, los minutos, para entrar a verla.

Lo siento, pero no ha habido un Rey de la Selva como Johnny Weissmüller. Como no ha habido un James Bond como Sean Conery, ni habrá un Indiana Jones como Harrison Ford, pongo por caso.

Miles de páginas de cómic, cientos de volúmenes, decenas de dibujantes y guionistas han dado vida a este personaje. Y todavía, a pesar de que hace decenas de años que no se ha vuelto a hacer nada sobre él, su archifamoso grito, sus delirantes paseos con las lianas y sus terroríficas peleas con los leones, siguen aún en nuestras mentes.

Ni siquiera Walt Disney se hubiese imaginado que, algún día, iba a formar parte de su colección de personajes de dibujos animados.

Hace tiempo que no se hace ninguna película sobre él. Pero, estoy seguro de que, si algún día alguien se propone hacerle volver a la gran pantalla, estoy seguro de que nuevamente se llenarán las salas. Porque el mundo necesita, y en estos días más que nunca, un héroe defensor de la naturaleza como: TARZAN.

MANOLO

martes, 3 de marzo de 2009

VIOLENCIA DE GÉNERO. ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO MAL?


Una y otra vez, al encender la radio o la TV, o leer un periódico, nos enteramos de la terrible noticia de la muerte de una mujer a manos de su pareja. Se acumulan las muertes, las lesiones.

Y esto, en lo que concierne a las que son noticia. Porque hay muchas mujeres que padecen esas torturas pero no nos enteramos.

Y lo terrible es que no se detiene. Los casos se acumulan año tras año, día por día. Y no parece que seamos efectivos para detener esta masacre. Es como una terrible enfermedad de esas que los médicos no son capaces de dar con la cura.

¿Qué estamos haciendo mal? ¿En qué estamos fallando? Porque creo que lo estamos haciendo mal, en general, todos. De otra manera no se explica que ninguna medida legal o represiva por parte de los gobiernos surja el menor efecto.

Además, curiosamente, cuanto más tratamos de conseguir la igualdad, más establecemos diferencias entre ambos sexos.

Son muy comunes los chistecitos o bromitas, dirigidas a ridiculizar, tanto a hombres como a mujeres. Así como son también frecuentes los anuncios publicitarios, o determinadas escenas en películas, donde se parodia la figura del hombre, como un individuo estúpido e inútil. No creo que esta sea la causa, pero sí afirmo que no ayuda en nada a atajar el problema, y que, además, establece y aumenta la diferencia y la hostilidad entre hombre y mujer.

Yo estoy convencido que muchos de los tópicos que se le aplican a los hombres y a las mujeres son verdad. Pero deberían ser tomados, simplemente, como diferentes características. Sin parodiar ni ridiculizar.

No olvidemos que, en el fondo, las personas somos animales. Y, quizá en los hombres, ese básico instinto primitivo, esté menos reprimido que en la mujer, y reaccione con agresividad.

En fin, lo importante es que no nos rindamos, que sigamos buscando la cura a este mal. Nuestros hijos, nuestros nietos, deben vivir en un mundo más igualitario.

MANOLO