Mi ángel de la guarda ha estado mucho tiempo a mi lado, sin que yo lo supiera. Esperando, posíblemente, el momento adecuado para darse a conocer. Aguardando el momento en que yo necesitase de sus atenciones.
Pero, curiosamente, mi ángel no tiene alas, pero no las necesita. Tampoco tiene poderes especiales, pero tiene el poder de la calidez, del cariño, de la dedicación.
Recuerdois dias en el hospital y mi suspiro de alivio y la sensación de tranquilidad cuando veia a mi ángel.
Y ya no hablo tan solo de las atenciones y los cuidados.
Hablo de una cálida mano que, suavemente, acariciaba la mía, dándome fuerza, tranquilidad y valentía.
De unos dulces labios que besan mi frente en un amoroso gesto.
Es curioso en qué forma, unos acontecimientos te muestran tesoros que estaban en tu poder, pero que nunca los has valorado al tenerlos al lado.
Soy muy afortunado porque yo he conocido a mi ángel de la guarda.
MANOLO
todo el mundo tiene su angel de la guarda,no tu solo,toda la gente lo tiene aunque tarde en encontrarlo o no lo encuentre,ante las adversidades uno sabe quien es su angel de la guarda y quien no.besos.
ResponderEliminarGRACIAS CARIÑO TE QUIERO, Y MIENTRAS EL CUERPO AGUANTE... AHI SEGUIREMOS AL PIE DEL CAÑON
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