ADOLESCENTES, LA PUREZA DE LA VERDAD

Nuestro amigo Red John, en uno de sus comentarios, alabando a la serie de Heidi, como yo, hace referencia a algo que ha llamado mi atención.

Comenta que, los que le rodean se sorprenden que le pueda gustar esta serie puesto que tiene 17 años y es un gran aficionado al Heavy, tanto a su música como a su estilo personal. Así como también se queja de que a los adolescentes les califiquen siempre de faltos de ideas y les apliquen a todos las mismas características, que no suelen ser, precisamente favorables.

Desde aquí, amigo mío, te doy toda la razón del mundo. Primero, porque estás, como yo, en contra de las etiquetas. Cosa que, por desgracia, es común a todas las edades. Se da por hecho que si eres heavy no te gusta la música clásica, pongo por caso, te encantan las películas de terror, tus padres son tus “viejos”, todos pensarán que fumas, y no solo cigarrillos, y ten por seguro de que te asociarán con una “litrona” en la mano y, como no, que eres un gamberro.

Todo ello aplícalo al resto de personas que tienen aficiones muy definidas y que últimamente se les da el nombre de frikis.

Cuando una persona tiene identidad propia y elige aquello que le interesa, venga de donde venga, rompe estas etiquetas y desconciertan a los que las ponen.

Todo ello se agrava si, además de todo eres un adolescente.

Pero todo ello se resume en una palabra: ESTUPIDEZ. No hagas caso a todos los que te clasifiquen o etiqueten, porque no se dan cuenta de que ellos son los que están inmersos en un sistema que les hace actuar al unísono como robots, que responden a la voz del amo que les dice lo que tienen que beber, comer o vestirse.

Tú y todos los de tu generación tenéis algo que los demás no tenemos: Personalidad, ideas y fuerza. Y sois los únicos que os apartáis del rebaño.

Los de mi generación, también éramos así en la adolescencia, y también nos pasaba lo mismo. La juventud es la edad de las ideas y de la rebeldía a la voz del amo. Pero, con el paso del tiempo el sistema les va contaminando y, poco a poco, les convierten en nuevos robots. Son muy pocos los que conservan esa personalidad adolescente con el paso del tiempo. Casualmente, los que cambian la historia.

Así, que ánimo a todos los adolescentes. Sed fieles a vuestras ideas y gustos. Manteneos fuertes y no os dejéis manipular. Ignorad a los que os etiqueten, pues son ellos los que llevan puesta la marca del amo.


MANOLO