En todo este tiempo he tenido un despiste imperdonable. Me refiero a que en un blog como este, no haya hecho todavía una mención al maravilloso mundo de los dibujos animados.
Pero “más vale tarde que nunca”. Por tanto, qué mejor modo de empezar que con el primero de todos. Y, para mí, el número uno. El símbolo, no solamente de Disney, sino que yo creo que de los dibujos animados, en general: Mickey Mouse.
O “Miguelito”, como también fue conocido aquí en España, en sus comienzos. Este extraordinario personaje ha hecho las delicias de varias generaciones de niños, en todas partes del mundo. Y después de sus 80 años de existencia, sigue ocupando un lugar en las videotecas de todas las casas.
Y seguimos viéndolo en camisetas, vasos, carpetas, flotadores, etc. Incluso en ropa interior. Durante su existencia le hemos visto cambiar ligeramente, sobretodo en su ropa. Ha variado ligeramente su diseño facial. Pero básicamente mantiene el mismo aspecto del principio. Y basta ver la silueta de sus grandes orejotas para identificarle inmediatamente.
Mickey forma parte de la historia del cine, de nuestra niñez, y, ahora, de la de nuestros hijos.
No se vosotros, pero yo aún me lo paso bomba viendo cualquiera de sus maravillosas historietas. No creo que exista jamás un personaje que pueda reemplazarle, porque está en nuestros corazones.
MANOLO
Pero “más vale tarde que nunca”. Por tanto, qué mejor modo de empezar que con el primero de todos. Y, para mí, el número uno. El símbolo, no solamente de Disney, sino que yo creo que de los dibujos animados, en general: Mickey Mouse.
O “Miguelito”, como también fue conocido aquí en España, en sus comienzos. Este extraordinario personaje ha hecho las delicias de varias generaciones de niños, en todas partes del mundo. Y después de sus 80 años de existencia, sigue ocupando un lugar en las videotecas de todas las casas.
Y seguimos viéndolo en camisetas, vasos, carpetas, flotadores, etc. Incluso en ropa interior. Durante su existencia le hemos visto cambiar ligeramente, sobretodo en su ropa. Ha variado ligeramente su diseño facial. Pero básicamente mantiene el mismo aspecto del principio. Y basta ver la silueta de sus grandes orejotas para identificarle inmediatamente.
Mickey forma parte de la historia del cine, de nuestra niñez, y, ahora, de la de nuestros hijos.
No se vosotros, pero yo aún me lo paso bomba viendo cualquiera de sus maravillosas historietas. No creo que exista jamás un personaje que pueda reemplazarle, porque está en nuestros corazones.
MANOLO
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