martes, 25 de agosto de 2009

TIEMPOS DE LA “MILI”



El otro día me enteré, por casualidad, que la Corbeta Descubierta, un buque de guerra de la Armada española, donde estuve yo embarcado durante el servicio militar, había sido dado de baja. Luego, movido por mi curiosidad, también me enteré que el cuartel de instrucción de Cartagena, donde hice la instrucción, había sido derribado para construir un instituto o algo así.

A partir de ese momento, mi mente empezó a bombardearme con recuerdos. Y me embargaba toda una mezcla de sentimientos. Y, sobre todo, la profunda sensación de humildad ante el inexorable paso del tiempo.

Ahora en España el servicio militar no es obligatorio como antes. Y algunos de vosotros, afortunadamente, no habéis tenido que pasar por ese trance tan tremendamente injusto y estúpido de la “mili”.

Era el verano de 1983 cuando, mientras mis amigos se hacían un bocata para irse a la playa, yo hacía el petate para irme a Cartagena.

Recuerdo todos y cada uno de los pasos que di durante ese año y medio. Aún siento la rabia y la impotencia que sentía entonces, al verme recluido en una cárcel, sin motivo alguno. El ser llevados al cuartel como un rebaño de ovejas, el pelado casi al cero, el entrar todos en pelotas a las duchas, sin el más mínimo respeto a la dignidad personal. La utilización de nuestro número en lugar de nuestro nombre cuando nos llamaban por megafonía.

También viene a mi memoria un discurso de bienvenida que nos dieron. Echándonos una bronca de miedo sin haber hecho nada. Diciéndonos, textualmente, que éramos la última mierda de la Marina, pero que nos convertirían en auténticos marineros. Como si tuviésemos la más mínima intención de ser el orgullo de la Armada. Nuestra única intención era pasar todos esos meses lo antes posible para volver a nuestra vida. Por otra parte, yo tenía algunos compañeros que eran más marineros que el imbécil que nos estaba dando el discurso.

Pero un año y medio da para mucho. Durante ese tiempo viví experiencias y situaciones que nunca podré olvidar. Además, el estar embarcado en la Descubierta me dio ocasión de poder visitar otros lugares: Cádiz, Mallorca, Canarias, Italia, etc. Y el estar de timonel, la sensación de estar llevando un barco. Navegar fue para mí una experiencia inolvidable y que me gustó.

Luego están las aventuras con los compañeros. Las correrías con ellos, el espíritu de compañerismo y el ayudarnos unos a otros, alguna pelea en algún bar, poco antes de huir para que no nos cogieran los de la policía naval, la despedida…

Me pregunto qué habrá sido de todos ellos.
MANOLO

3 comentarios:

  1. yo no tuve la "suerte" de hacer la mili, ante todo por mi condición, claro está, pero aunque era una "putada" total, pues tenías que dejar todo para irte a "hacerte un hombre", yo siempre he escuchado a quienes la han hecho muchas anécdotas, pero casi todas buenas, creo que con el tiempo, lo malo se olvida, y solo te quedas con la experiencia, supongo que es lo que tu sentirás, yo no hice la mili, pero sí he pasado por buenas y malas experiencias, y en definitiva, de todas se aprende y se recuerda algo, eso es señal que lo hemos vivido. Aquí en Jerez donde yo vivo, han derrumbado un cuartel que estaba cerca de casa para construir el campus universitario, y por la zona del zoológico derrumbaron un cuartel de la guardia civil, y es que todo cambia, menos los recuerdos ... Saludos

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  2. Que putada y que pérdida de tiempo, que de parejas rotas por culpa de la mili, cuantos padres impotentes al ver que injustamente se llevan a su hijo, cuantos oportunidades de trabaajo interrumpidas por la mili, etc, etc...
    Lógicamente cuando la recuerdas al cabo del tiempo te quedas con lo bueno, evidéntemente, pero lo malo está ahí, y se pasa. Afortunadamente hoy dia, quien ingresa en el ejército, lo hace de forma voluntaria, y aunque no soy ni feminista ni machista, solo soy mujer y quiero no ventajas sino igualdad para todos, me pregunto Si hoy dia la mujer puede ingresar en el ejército y lograr rangos importantes, por que en el pasado solo hacían el Servicio militar los hombres y además obligatoriamente? Repito soy mujer y muy orgullosa de ello pero no quiero ventajas por el mero hecho de ser mujer, quiero igualdad para todo el mundo
    Saludos de Tana

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  3. Bueno, que tiempos aquellos eh Manolo, yo soy de la quinta del 94 y afortunadamente ya estaba por aquel entonces rebajado el tiempo de servicio a 9 meses, vamos un parto, nunca mejor dicho. Cierto es que era una putada, aunque no todo era malo y a mucha gente les venía bien (y les vendrían aun mejor hoy día) eso de pasar una temporada fuera de casa bajo cierta disciplina, que no te hacían un hombre pero desde luego te enseñaban a valorar lo que tenías en casa, la libertad de la disponías sobre todo. Entrabas con una forma de ver la vida y desde luego salías con otra, y eso pese a lo que pueda parecer no era algo malo, en cierta forma ayudaba a "tallar" el carácter. Bueno, malo... en eso siempre habrá multitud de opiniones, mejor no entro en ese debate, como ya han dicho por ahí, me quedo con lo bueno de cualquier experiencia, o al menos con aquello que me haya enseñado a valorar ciertas cosas. Un saludo.

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